Texto y fotos: Demian Chávez.
Pedro Escobedo, Qro. 24 de enero de 2024.- En el muro de la modesta habitación del hostal Mi Pasaje; se lee “los sueños son para siempre”. Ahí se viste Alfonso Cadaval, matador de toros que acude a la segunda cita en su primera gira en México.
Cadaval, no solamente se ha llevado cuatro orejas en las dos corridas que ha hecho en su debut en la Plaza Garrido Varela del pueblo mágico de Aculco. También se ha llevado los aplausos de un público mexicano que es exigente, pero que supo lidiar muy bien.
Cadaval, de un trato sencillo, respetuoso y ávido de conocer no sólo al toro, sino la cultura mexicana, permite entrar a Artes y Destinos para conocerlo de cerca y acompañarlo durante la reapertura de la plaza de toros Carlos Arruza, en la cabecera de municipal de Pedro Escobedo; donde compartió ruedo con los hermanos García, Andrés y Octavio “ El Payo”, que lidiaron toros de Javier Garfias y Rio Tinto.
La plaza de toros Carlos Arruza es un recinto que lleva 8 años cerrado y que ha sido un lugar donde se han tirado a matar grandes del toreo como Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Paco Camino, Jorge Gutiérrez.
Cadaval parece enojado mientras se viste. Le ajustan los machos, estira, cala la montera, respira profundo. En realidad está concentrándose para esta corrida. Su traje en corinto y oro, fue un regalo muy especial de su madre con el que ha toreado en Sevilla y Madrid; comparte el joven matador.
Él no sabe para esta hora que saldría en hombros con dos con tres orejas cortadas esa noche que se sumarían a la que un día antes cortaba en Aculco.
A la salida se despide del público que le pide foto, de la cuadrilla y aborda la pickup de regreso a descansar; porque al día siguiente vuela de regreso a España.
