Texto y fotos: Demian Chávez.
Querétaro, Qro. 13 de septiembre de 2022.- Luego de la incertidumbre por la pandemia del Covid 19, las calles de los barrios de la Cruz y San Francisquito se han vuelto a llenar de energía, copal, plumas y ritual, porque ha vuelto la fiesta que dá identidad al barrio. En cada una de las capitanías o mesas de concheros se da la orden de quienes han ido a rendir su palabra o de manera espontánea a unirse a la fiesta de la exaltación que inicia la noche y madrugada del 12 y 13 de septiembre.
Un ritual lleno de micro rituales que comienza cuando generales dan la orden a quien hará la cruz, encender a los cirios o velas, quien preparará los sahumadores, quien llevará las alabanzas y llevará tendrá la responsabilidad de afinar los instrumentos de las conchas. Así inicia el ritual adentro de los oratorios. Por fuera, en las calles la algarabía del barrio en el acompañamiento del gallo qué arropa no solamente la tambora sino los pasos de los frailes del convento de La Santa Cruz de los Milagros que irán a cada uno de los oratorios y altares a dar la bendición para que la fiesta de la exaltación de La Santa Cruz inicie.
Ya en madrugada se han preparado las ofrendas que se llevarán al día siguiente al altar, el chimal o las cruces que estarán en el altar mayor. En las diferentes mesas ya se han dado de cenar a los danzantes que se concentran de diferentes puntos de la república mexicana y que vienen a vivir la experiencia de la fiesta más grande y colorida del Estado.
Por la tarde del día 13 la concentración de los grupos se hará desde Calzada de los Arcos y Zaragoza para que en punto de cinco de la tarde el desfile de comienzo y dancen por las principales calles del centro histórico para culminar en la atrio de la Santa Cruz, en la cúspide del cerro del Sangremal donde dice la tradición, apareció señor Santiago con una Cruz iluminada en el cielo y se realizó la conquista.
