Sara de los Cobos es la imparable artista multidisciplinar que ha recorrido los caminos de la ciencia, la nutrición, el arte abstracto, la televisión, los títeres y hasta la imagen forense. Enamorada del rostro y sus posibles deformaciones como detonador de su obra; conversa con Artes y Destinos para compartir sus experiencias que le han formado como “La Regia”.
Por Demian Chávez.
Querétaro, Qro. 23 de marzo de 2022.- La artista regiomontana de carácter fuerte desde su niñez ha tenido relación con el arte, aunque ya se considera más científica confesó que el arte en algín momento “lo considero un hobby”.
“Siempre sido un poco más científica -afirma- acercarme al arte fue proceso de muchos años, porque primero estudié nutrición después medicina, y de repente mi papá es el que me convence de entrar a la carrera en artes. Le dije -ok, me quedo medio semestre-, y me quedé toda la carrera, me enamoré de la carrera así fue como me acerqué al arte”.
El arte y la ciencia
De los Cobos conserva las ganas de convertir el arte en algo científico. Estudiosa de las artes visuales especializada en diseño gráfico su trabajo le ha llevado a explorar la plástica el método científico sobre los materiales, de dónde vienen y que sucede con ellos para crear su obra.
“Soy muy metida en la textura, -bromea- por ejemplo, cuando trabajo resinas pues me tuve que meter a trabajar con fuego, a conocer como es la fraguada para llegar a crear la obra plástica. Yo digo que el arte si es una ciencia”.
La Regia es un es una artista multidisciplinaria, su trabajo desde las ensambles, resinas, pintura de caballete o escultura, posibilitando explorar lenguajes más amplios en el discurso de las visualidades. Incluso llego a la televisión en donde durante tres años desarrolló un proyecto de manualidades para las personas en el programa de revista Utilísima.
La artista manifiesta que fue una experiencia muy gratificante “porque tenía que trabajar con todos los materiales que le pusieron enfrente, ahí es mi acercamiento más fuerte convertirme en multidisciplinaria”. El programa que le dió la vuelta al mundo grabado desde Argentina con una colección de 100 capítulos en donde se proponía realizar una cosa diferente. El programa se llamaba Hágalo simple en donde participaban 10 personas y el programa estaba dirigido a mujeres que deseaban realizar manualidades en su casa.
Sara De Los Cobos es un artista que le gusta continuar explorando los discursos del arte, después de su paso por la televisión aplicó para una beca en la Secretaría de Relaciones Exteriores para Indonesia lo que le viabilizó estudiar durante todo un año arte javanés, en formó la compañía Gnayaw Pupets que está inspirada en el teatro de sombras en Suracarta.
Ahí es donde nace un nuevo discurso en donde mezclan la performance, el teatro y la plástica. La artista revela que una de las historias que más le movió al interior en la experiencia con la compañía de títeres fue en una de las funciones de la obra El libro de la peña. Pieza dirigida por Víctor Hugo Hidalgo y en la que se habla de rescatar el lenguaje ñhoño ñhoño, el calentamiento global y la basura. En algún momento de la función basura guardada la aventában al público. Y describe que “la gente se desesperaba, había gente que gritaba, otra que se salía, otras personas que reclamaban. Creo que era parte de la obra para crear una conciencia en el público”. Luego “nos pasaba que terminaba la obra y la gente empezaba a recoger la basura. Y en una de las presentaciones había un señor que no paró de llorar en toda la obra. Le pegó muchísimo el entender que nosotros diario generamos un basurero. Como que no había dimensionado esta onda de la basura; que somos un basurero andando. Esa obra se presentó también en una temporada en el centro cultural Manuel Gómez Morín.
La Pandemia y el arte como herramienta de desahogo y educación
De Los Cobos exterioriza que su trabajo plástico durante la pandemia un momento difícil. “Todo estuvo cerrado, todo estuvo restringido. Antes de la pandemia traía un proceso, un calendario de producción de exposición de obras. Creo que todos los artistas nos pegó igual esta onda de no poder exponer y vender. Porque la verdad, uno vive de sus cuadros; entonces tuve que cambiar de giro. Yo me la pasaba produciendo y ahora estoy dando clases otra vez a niños”.
Aunque el barco empieza a nivelarse para la artista ya que a fin de año tendrá exposiciones y actualmente se mantiene produciendo obras.
Con mucha confianza observa “que el arte es un salvavidas para la humanidad. Mientras el ser humano pueda expresar lo que trae dentro, vamos a poder seguir caminando como humanidad. Entonces el volverme a acercar sobre todos los niños que están encerrados con esto del Covid, lo tomaron súper bien. Cuando las personas tienen este proceso de encierro valoran lo que daban por sentado. A veces el arte se dan por sentado en las escuelas pensando que la clase de arte es sólo para que se diviertan, pero me han tocado niños que que estaban en una burbuja en donde se crea un ambiente muy interesante porque la percepción es distinta, están más abiertos a tratar nuevas técnicas, a poder expresar todo lo que traen dentro y con resultados maravillosos en cuanto a color, plasticidad y temas. No traen metido el tema del Covid como todo el mundo lo piensa. Traen mucha imaginación, a mí me ha funcionado plásticamente ver a mis alumnos crecer a pesar de la pandemia”.
Las clases las realiza de manera particular y con muchos protocolos de seguridad, a pesar de tener la posibilidad de tener las clases virtuales Sara de Los Cobos indica que la ventaja de las clases presenciales es que “no hay como ponerse al tú por tú con los materiales”.
En su experiencia docente La Regia indica que hay una apertura hacia la digitalización con respecto a la enseñanza del arte pero “creo que también nos estamos minando la plasticidad y la percepción, con este bombardeo de imágenes diarias y con esta onda de que todo es rápido; todo es de dos segundos, las imágenes duran nada, la gente prefiere irse a lo digital que a lo plástico.
Con respecto a la enseñanza de niveles básicos infiere que hay muy buenos materiales para tener buenos resultados pero “creo que estamos muy básicos, porque la percepción del arte no radica en hacer muchos ejercicios todo el tiempo. En las escuelas lo primero que se enseña para poder percibir el arte, son ejercicios y no dejan que los dos hemisferios del cerebro se comuniquen para llegar a una plasticidad total. Eso es lo que yo pienso. No digo que esté mal el sistema educativo pero siento que estamos muy básicos”.
Sobre las políticas públicas de apoyo a los artistas indicó que desde por su percepción no son malas sin embargo los artistas tienen que “hacer circo maroma y teatro para lograr los apoyos. Por ejemplo con la Gnayaw Pupets hemos tenido apoyo de gobierno pero la verdad es que han sido meses de luchar para que las cosas salgan bien con tres pesos. La lucha es contra la burocracia, aunque siento que vamos avanzando. El apoyo de las políticas públicas hacia los artistas nunca es completo.
Sobre crear un fideicomiso para los artistas adultos
De Los Cobos coincide y argumenta que “si le apostaría a un fideicomiso; el artista siempre vive al día. Esa es la realidad de los artistas en México en donde si no vendes un cuadro no comes. Y es tristísimo ver a un artista de una talla grande en la calle. Ser artista es una profesión difícil, como todas. Pero se vuelve un poco más difícil porque nosotros nos tenemos que parar a percibir y cuando no hay el incentivo monetario se te nubla el mundo.
Para Sara La Regia es una enamorada del rostro, aclara que “si yo pudiera pintar rostros toda mi vida lo haría, lo hago ahora. Justo acabo de terminar una especialidad en arte forense, en reconocimiento facial, retrato hablado y reconstrucción cráneo facial con una asociación de criminalística y criminología”. Se siente privilegiada porque es de la primera generación de artistas forenses. “Entonces estoy enamorada del rostro. A mi me gusta a veces, deformar el rostro” y por lo tanto sus clientes prefieren comprarle cuadros abstractos que a cuadros con algún tema. Muchas veces mis cuadros son muy obscuros y tienen que ver con esta dualidad de luz y sombras, y a veces son muy agresivos por lo tanto, no siempre se venden mis rostros.
De Los Cobos cierra la conversación compartiendo que el coleccionismo es un nicho muy importante para generar recursos. “Me ha tocado coleccionistas muy jóvenes y que saben que el arte se hereda y no se devalúa”.
