Por Demian Chávez.
Querétaro, Qro. 09 de septiembre de 2021.- En aquellos tiempos Miguel Inzunza se abría paso entre las mesas y sillas en las tardes noches de Quadros Café; mientras esperaba turno de subirse al escenario junto con otros jóvenes virtuosos. Afinaba la guitarra, sonreía al público, hacía algunos guiños y recibía modestamente los aplausos. Al paso de los años su experiencia como productor, compositor, interprete, nominado a los Grammy, su incursión en temas para películas como en el caso de la película Tequila, giras en el extranjero le han dado la autoridad para hablar sobre la canción de autor como un género necesario en la sociedad.
Miguel desarrolla del concepto de la documentación como el acto no solo de crear historia a partir de las vivencias y objetos resultantes del paso del tiempo, sino también del acto de la grabación, como un acto de creación y la manera del registro de la obra musical. Indica que “la canción de autor ha evolucionado mucho, por ejemplo en la forma de documentación. En un periodo la canción de autor -salvo los grandes representantes muy conocidos-, tenía una forma de grabar muy precaria, ahora se ha democratizado la producción musical. Hoy muchos canta-autores tienen acceso a mejores formas de grabación que antes no se tenía. La calidad de documentación ha evolucionado mucho porque al haber acceso a la información de la literatura del buen cine, de la música, del mundo, ha permitido que un buen numero de canta-autores estén mejor documentados y eso eleva el nivel de contenido creativo, poético, literario y musical, por lo tanto la canción de autor está viviendo un periodo de muy buena calidad de producción”.
Miguel define que la canción de autor es “muy experimental a veces, es una canción más libre que se permite no intentar gustar y que tiene un propósito libertario. México ha desarrollado un mercado muy interesante para la canción de autor y esto es algo muy positivo. Pasó de ser un género relegado en donde las discográficas tenían un prejuicio a este estilo a ser un género vivo y que no puede ser ignorado, porque amasó un gran publico producto de las redes. Festivales como el TrovaFest que reciben más de 20 mil personas, documentan también que una cosa es la relevancia en los medios convencionales y otra es el verdadero”.
Este género durante las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado fue underground, en donde si no se estaba presente el día del concierto para comprar los cassettes era casi imposible conseguir el original de los autores. Discográficas como Pentagrama o Fonarte apostaban con mucho éxito por lo casi subterráneo.
A propósito de la evolución del género, ¿podemos hablar de que existe ya una trova queretana?
Miguel responde sin cortapisas “no sé si Querétaro como tal tiene un sonido. Creo que participa en el sonido nacional. Pero la ciudad tuvo espacios donde circulaban muchos cantantes y eso hizo que algunos que andábamos por ahí estuviéramos en contacto con la canción de autor. Yo me fui hace 20 años a la ciudad de México y también me tocó atestiguar que en muchas ciudades había un barecito, algún café donde llegaban los canta-autores. Era como la estación de paso y por supuesto que esto fundó el oficio en algunos entre los que me cuento”.
Luego apunta que “en el caso de Quadros Galería Café que para mí fue una escuela. Esto nos permitió tener acceso a una cierta información musical que me nutrió y me preparó para irme a otra ciudad donde también me nutrí musicalmente y me terminé de formar. Pero ese primer estímulo era por que veíamos que venían canta autores y eso estimulaba a los chavos a hacer canciones. Algunos que ahora son entrañables amigos como Fernando Delgadillo, Mexicanto, Edgar Oceransky tenían una apertura y detectaban que había gente haciendo canciones. Entonces, cuando llegué a la ciudad de México se convirtieron en mis amigos también y esa complicidad ha sido muy nutritiva y te va facilitando el aprendizaje.
El estímulo del viaje
A propósito de la complicidad entre canta-autores Inzunza señala que existe una gran hermandad entre ellos que les ha posibilitado girar juntos incluso en el extranjero, ello les convierte en compañeros de viaje donde el ritual de compartir canciones y tragos es inevitable.
El camino andado brinda el crecimiento al autor y añade evolución de sus letras. Inzunza reflexiona sobre la canción de autor que antes tenía que ver con la translación del artista. Describe que “había que ir a muchos lugares a sembrar, a otros países con guitarra al hombro. Gracias a ello tengo publico en otros lugares. Pero es muy arduo, actualmente las redes facilitan muchísimo esto aunque la experiencia de ver un canta-autor en vivo funda otra conexión”. Por lo tanto Miguel recomienda a los autores que se expongan a otros públicos ya que no es lo mismo generar contenidos para YouTube que un vivo. A veces se decepciona el público porque no están preparados o no tienen tablas. “Aconsejo ese kilometraje -indica- Para escribir poéticamente hay que vivir poéticamente, entonces el viaje es muy estimulante para escribir canciones. Luego llenar espacios (de conciertos) será una consecuencia de un andar. Nunca me he planteado llenar ciertos espacios”.
Vivir de la Trova
“Para vivir de la trova hay que descubrir el oficio” impera Inzunza. “La canción de autor no es un cosa fácil como no es fácil la música, como no son fáciles las artes. Pero también se va construyendo. Son muchos años de invertirle al oficio y construir un publico. Desafortunadamente no a todos les puede suceder, pero, eso demanda que el artista vaya puliendo la puntería. Ser artista no es como que te gradúas de la universidad y ya, no es como ser contador. La universidad de la canción no termina nunca, siempre estás puliendo. Más bien tienes periodos de mayor lucidez en las que hay que producir música que generará un publico. Pero lo más importante es concentrarse en obra de calidad”.
Miguel Inzunza se presentará este 10 de septiembre en el festival de la canción de autor en punto de las 20:15 horas a través de streaming de la pagina de Facebook. A propósito del concierto el autor confiesa que “lo más bello del TrovaFest es que se construirá un documento que logre atrapar la fiesta más grande de la canción de autor en iberoamerica. Esto va a permitir que la gente lo experimente de otra forma porque el trabajo de audio será muy prístino, será como para escucharlo en audífonos, es bellísimo”.
