Por Demian Chávez.
Querétaro, Qro. 30 de junio de 2023.- Luis Villagómez es un coleccionista de objetos de la cultura pop que transitado desde figuras de acción de Star Wars hasta convertirse en un historiador en los últimos 27 años.
Villagómez es pionero en el coleccionismo en la entidad; además de ser también pionero en el mundo del tatuaje cuando hace 30 años comenzó en el arte de los trazos en la piel. En su trato sencillo, comparte para Artes y Destinos que otra de sus pasiones es el coleccionismo y lo hace profesionalmente con el establecimiento Asamblash, un sitio especializado en coleccionismo de alta gama en todo aquello que caracterizó a la cultura pop de los años setenta, ochenta y parte de los 90 del siglo pasado.
Luis Villagómez explica que en Asamblash “vendemos desde prototipos de juguetes de esa época, arte original e incluso, las herramientas que utilizaba el diseñador de la compañía para poder crear un producto final. Eso es lo que nosotros vendemos.
Son piezas que solamente eran una herramienta para poder llegar a un destino final que muchos de ellos se desechaban, cumplen su función y terminaban muchas ocasiones en la basura. En algunos de los casos las compañías decidieron conservarlos, por lo tanto, son piezas muy complicadas de conseguir. Es un tipo de coleccionables mucho más maduro, porque para coleccionar esto necesitas conocer el proceso de producción de la pieza”.
El avance de las tecnologías ha hecho que los procesos se realicen con mucho mayor velocidad y quizas, menos artesanal. Luis explica que los coleccionables “tienen que ver con el arte, porque mucho de esto es muy artístico, en los setentas y ochentas se dibujaba y esculpía a mano, no había los 3D printers”. A estos artes se le suman los tradicionales autógrafos u objetos, indica que en Asamblash “tenemos props originales de películas o series de televisión o autógrafos de alta gama como el de Michael Jordan, George Lucas, y además de ello nos especializamos en decoración para el coleccionista enfocado, y podemos hacer desde una vitrina pequeñita con iluminación, arreglar un cuarto hasta literal, un cine dentro de la casa”.
Evitar los fraudes en coleccionismo.
Con casi tres décadas de experiencia, Luis Villagómez ha desarrollado una agudeza e intuición para el coleccionismo. Y para evitar fraudes explica que “tiene mucho que ver con tus contactos, leer mucho. La gran mayoría de los artículos que nosotros tenemos aquí vienen de la fuente original, es decir, nosotros contactamos al ex empleado de la película, como un Prop Master, o alguien que haya tenido que ver con el vestuario. Tenemos un muy buen amigo que trabajó en Industrial Light and Magic que se encargó de las miniaturas de muchas de las películas de Star Wars, Volver al Futuro, Indiana Jones, E.T. Entonces, el tener estos contactos no solamente posibilita tener una muy buena información, de hecho, así es como comencé yo coleccionando, nunca pensando en vender estas piezas, sino en entrevistar a estas personas y tener la experiencia de la primera mano de alguien que estuvo ahí presente. Y la entrevista terminaba haciendo todo. La información es todo. Y la cerecita del pastel es el artículo que en algunas ocasiones hasta te los regalan. Existen los artículos que no son originales, pero tienes que estar muy metido en este mundo para saber cuáles sí y cuales no, y todo lo que nosotros vendemos aquí, absolutamente todo, tiene un certificado”.
Por si fuera poco, Luis Villagomez subraya que además de dedicarse al coleccionismo también trabaja en esa industria. Actualmente forma parte de la empresa Super 7 que fabrican juguetes para coleccionistas. Ello le ha posibilitado tener compañeros de trabajo que han hecho carrera por muchos años, y es así que sus fuentes son las primarias para historiar los objetos.
Luis revela que en Asamblash existe un interminable mundo de objetos de la cultura pop de los últimos 40 años, como por ejemplo el diseño de la caja del juguete Starscream de Transformers. Describe que los trajes originales tanto de Power Rangers como de Breaking Bad “son piezas que nosotros ganamos en una subasta de la tienda de un amigo que se dedica 100%. No solamente es una fuente aunque la mejor manera es conseguir lo de la fuente original, pero también tiene su magia el estar relacionado”.
Evolución del coleccionismo, del clóset a la comunidad.
Villagomez observado que ha habido un cambio notorio en sus años de experiencia. “En los 90, cuando uno quería coleccionar era un tema tabú, era un tema de closet, esconderte porque estás coleccionando comics”. Añade que “ahora es un tema de moda, un tema cool. Ahora si no sabes un poco de ello estás como fuera de ciertos grupos. Yo creo que los nerds ganamos al final la batalla. Por que antes era muy buleado ese tema y ahora si no eres nerd nerd no eres cool”.
La evolución también tiene mucho que ver con los pasos agigantados del Internet y la interacción que se tiene actualmente.
Su inicio en el coleccionismo.
Luis Villagomez confiesa que su inicio como coleccionista lo determinó una revista española que hablaba sobre la parafernalia que había surgido alderredor de Star Wars.
“Mi base siempre sido Star Wars. Creo que empezaron con algunos regalos, modelos a escala y la manera que detona mi manera de coleccionar es un libro de Steve Sansweet, que es buen amigo, que hace una biblia sobre el coleccionismo de Star Wars. Gracias a ello comencé a evolucionar, incluso dando pláticas no solamente en México también en el extranjero sobre coleccionables, incluso compartir escenario con Steve Sansweet”.
Villagomez ha hecho una carrera gracias a la pasión que tiene sobre los coleccionables y es referente en documentales de Netflix, History Channel y producciones independientes.
No hay reglas para el coleccionismo.
Villagomez apunta a qué todas las opciones para coleccionar cualquier cosa son válidas. “Hay gente muy purista que dice que todo lo que colecciona tiene que ser con base en algo que tuviste que vivír, todo lo que colecciones no lo puedes abrir o todo lo que colecciones es porque solamente lo sientes, no creo que haya una regla. Mi estilo, es sobre la nostalgia, la información. A estas alturas yo puedo decir que lo que colecciono es historia, información, no artículos. Los artículos me sirven sólo de pretexto para poder explicar una historia pero con y sin el artículo conozco esa historia. Entonces el coleccionable termina siendo un pretexto para comenzar una plática y compartir una información. Ese es mi estilo. Hay gente que colecciona por moda, por un estatus social o personas que coleccionan por tener un nombre y quienes coleccionan por memoria, otros coleccionan por la necesidad de gastar. No creo que haya un estilo de coleccionismo”.
El coleccionismo también brinda la oportunidad de generar comunidad. “Hay muchos coleccionistas de closet que de repente en una plática social nunca hablan de coleccionables. Y hay gente que vive para esto, nosotros somos uno de ellos y el coleccionismo genera una comunidad muy grande. Muchos de mis mejores amigos tiene que ver con la cultura POP”.
Rarezas en la vitrina.
Los coleccionables más caros no necesariamente siempre son los más exquisitos. Villagomez argumenta que ha habido coleccionables que salen en ventas de garage por dos pesos, y “han sido coleccionables increíbles, no necesariamente tiene que ser caro. En la tienda uno de los más aclamados es el traje de la Yellow Ranger utilizado por la actriz Karan Ashley en 1995, en la película de Power Rangers. Todo el traje está completo, también se encuentra el traje de Walter White de la serie Breaking Bad utilizado en el último capítulo de la primer temporada”. Por si fuera poco en las vitrinas de Asamblash está una anotación de ideas escrito por puño y letra de George Lucas para el regreso del Jedi. El arte original de un rompecabezas de Disney hecho a mano, una claqueta utilizada en la película el Código Da Vinci, autógrafos como de los astros Maradona, Pelé, Ronaldo o una playera utilizada por el Chicharito. Otra rareza son los shorts utilizados por Marc Jasso en la película Tortugas Ninja, un rifle utilizado por Arnold Schwarzenegger en la película Razer. Incluso arte original para la revista club Nintendo de 1990, que podríamos marcar como el inicio de los Gamers en México. Un balón autografiado en el año rookie de Michael Jordan, 1994.
