Querétaro, Qro. 21 de agosto de 2023.- Leche de Virgen Trimegisto es unx artista y activista no binarix referente del arte del performance y la contra cultura queer. Sin embargo, por su destacado trabajo ha recibido comentarios que han pasado de del odio a las amenazas.
En conversación con Artes y Destinos menciona que “haciendo memoria, siempre he tenido comentarios de odio en mis redes principalmente. Pero también diferentes tipos de actos de violencia como la simbólica cuando yo era estudiante aquí en la Facultad de Artes. Carteles de mis performances llegaron a ser rayados, por ejemplo, tengo uno que guarde porque me pareció muy simbólico, me habían puesto la palabra pendejo y habían dibujado un pene, justamente el performance se llamaba Pensamiento Puñal y hablaba de la discriminación en torno a la homofobia, ese momento”. En otra ocasión, a un cartel le arrancaron el área donde aparecía su rostro y lo pusieron en un retrete para después subir el video a redes sociales.
Precisa que “es algo que sea repetido a lo largo de los años, lo que sí he notado es que este año (2023) se han incrementado. No sé si tenga que ver con el hecho de qué las redes sociales sean polarizado muchísimo. Hay una tensión muy fuerte en términos antagónicos de lo que la gente considera de lo que es viable para ser cancelado o funado. Yo creo que de 2019 para acá se han incrementado, y en este año particularmente he recibido amenazas en mis redes y también en mi correo. Durante el COVID recibí un correo electrónico con una amenaza. Era un correo anónimo y decía ““ojalá que te mueras de COVID, perro” refiriéndose al hecho de qué tengo inmunosupresión, debido al transplante renal que me salvó la vida en el 2017.
El incremento de las amenazas y comentarios de odio.
Para Lechedevirgen estos comentarios de odio y amenazas son respuesta a las críticas políticas y artísticas que ha hecho tanto en su trabajo de performance como en sus redes sociales “siento que eso ha dado pauta para que la gente piense que puede tratar de lastimarme y amenazarme “.
Considera que amenazas como ojalá que te mueras de sida, maricón de mierda so muy sintomáticas porque “el hecho de qué consideran que te mueres de sida y te lo digan así, es porque hay una es una historia larga en torno a las comunidades LGBT y el estigma de la supuesta relación inmediata con VIH”.
La entrevista censurada por seguridad.
La más reciente de ola de comentarios fue después de qué el Canal 11 (Once TV) difundiera fragmentos de la entrevista que le realizaron para el programa “Inclusión Radical” en julio de este año, fragmentos en dónde defiende al performance (arte acción) como una forma de arte válida, que no excluye sino que más bien cualquier persona puede acercarse al performance y que no precisa de una institución artística que lo legitime como tal. Precisa que “no dije qué todas las personas pueden hacer arte ni que cualquier cosa es arte, yo me refería a que el performance ha ayudado a tener esa apertura y a que más personas se acerquen al arte ya que no está sujeto a ocurrir únicamente dentro de los museos o en el circuito artístico, pero la gente lo sacó de contexto, y me atacaron diciendo que el performance no es arte y que yo soy artista” En la misma entrevista “también hice una crítica anticolonial hacía el eurocentrismo en el arte, principalmente por pensar que el Arte es únicamente lo que se parece a lo que se ha hecho desde Europa gracias a la narrativa oficial de la “Historia del Arte Universal” inventada en los siglos XVIII y XIX. Eso fue lo que detonó un montón de comentarios en esa que comenzaron a mis redes, principalmente a la página de Facebook, a donde empezaron a llegar amenazas. Y a causa de ello y por seguridad, Canal Once decidió retirar la entrevista.
Vivir contra la discriminación.
Lechedevrigen observa qué, aunque hay posturas sobre no hacer caso a las redes sociales es consiente de que “vivimos en un país y en un estado con altos índices de discriminación. De hecho, el que Querétaro sea el tercer lugar discriminación a nivel nacional, y qué México sea el segundo lugar con el mayor número de asesinatos a personas trans, no es cualquier cosa”.
Sobre su disciplina indica que “el performance no es un espectáculo, es todo menos una forma de entretenimiento, pues obliga a tocar temas incómodos sobre cuestiones que están invisibilizadas”.
Amenazas sin denunciar.
Lechedevirgen estima que se puede vivir en un mundo sin punitivismo (como creencia social cristianocentrada sobre la idea de que el castigo, la funa, la cancelación, el escarnio es la única vía para logar justicia) es por ello que no ha ejercido su derecho a la denuncia por estas amenazas.
Observa que “podemos tener formas de convivir entre las personas sin tener que llegar a estas lógicas dicotómicas binarias de la víctima y el victimario, el Bueno y el Malo. Si yo recurro a poner una denuncia o una queja estoy también echando andar un mecanismo con el cual no estoy del todo de acuerdo. Por eso es que no lo he hecho, por eso y porque me rehúso a ocupar el papel de “víctima” en esta narrativa, el lugar que esperan que ocupe, pero sé la importancia que tiene. Afortunadamente todo ha sido en redes”.
Especifica que “no he recibido de manera física (agresiones) sin embargo, estoy consciente del riesgo que hay, pero no vivo en la angustia porque después de haber pasado por un transplante renal y de haber vivido en etapa terminal, en hemodiálisis, y estar aisladx después de la cirugía; todas esas experiencias que viví, hace que pueda tomar distancia las cosas que ocurren en mi vida ahora, y que no se vean tan grandes como a veces parecen porque te da mucha perspectiva estar, literalmente, al borde de la muerte por una enfermedad que es algo que no puedes controlar. Entiendo más bien que es una proyección, quienes te insultan o tratan de humillarte y hacerte daño realmente lo están haciendo así mismos, es un grito desesperado de atención y de autoafirmación para quienes de hecho están sufriendo porque son profundamente inseguros y sin realización personal, para quienes no son libres como realmente quisieran serlo, por eso no soportan nuestra libertad”.
Distingue que las amenazas y los comentarios de odio son más bien una proyección de las personas y que tienen un problema consigo mismas. Que lo que les incomoda algo de su trabajo artístico son cuestiones no resueltas de sus propias personas. “Entiendo que más bien están expresando cosas sobre sí mismos, en ese sentido, no es qué yo sea perfectx, pero sí comprendo que una persona que te escribe una amenaza y que quiere hacerte daño, es por otras cosas que lleva dentro. Eso es de ellos y por supuesto que eso no determina mi estado de ánimo o mi vida”.
Lechedevirgen no está de acuerdo con el punitivismo, comparte que incluso en una ocasión, cuándo le asaltaron y recurrió a la policía y lograron detener al delincuente, pudo observar que lo detuvieron con una “brutalidad policiaca tremenda, lo golpeaban entre cinco personas en la tarja de la camioneta aunque no tenían porque hacerlo pues el asaltante ya estaba detenido. Luego me enteré qué el chico que me había robado al parecer declaró que necesitaba el dinero para comprar medicamento. En esta sociedad las personas que son señaladas de criminales la mayoría de las veces responden a situaciones de necesidad y precarización, entonces me he podido identificar con ello porque la mayoría de las veces que a mí me han criminalizado, que han puesto guardias de seguridad cuidando donde yo estoy, me han vigilado, me han seguido, me persiguen en los museos, me persiguen en tiendas como pensando que yo voy a robar, o a hacer algo sólo por cómo me visto y color de piel que tengo. Y luego está toda esa LGTBfobia con el hecho de qué soy visiblemente queer, rara, diferente o no binarix, travesti. Es fuerte pensar que la gente se tome el tiempo para hacerte daño y ojalá nadie tuviera que vivir con eso”.
Paradójicamente las amenazas y comentarios de odio que ha recibido solamente han sido en México, en las presentaciones que tenido en el extranjero su obra a sido muy bien recibida.
Formarse un juicio hacia el Performance.
Lechedevirgen indica no es que haya falta de formación de públicos para la apreciación del performance. “Lo que yo creo es que la gente tiene que hacerse responsable del odio que lanza, las cosas que dicen, analizar, ser autocríticas y decir ¿porqué estoy enviando este mensaje? ¿porqué esto me indigna?, ¿porqué estoy reaccionando de esta manera? La cultura de la cancelación y de la funa hacen más daño que solucionar la falta de un juicio crítico en torno a lo que hacemos y decimos”.
Concluyó que el efecto que genera su trabajo artístico es una válvula de escape para todas esas violencias del CIS-Heteropatriarcado y recomienda al público acudir a sus performances para formarse un juicio, dejar de reproducir el punitivismo y salir de la perspectiva hegemónica, eurocentrada y colonial del arte, así como abandonar la dicotomía de la víctima y el victimario “que es lo único que está haciendo es reproducir las violencias”.
