Las pasiones de Zulema, son los deseos de Juan Antonio

• El escritor habla de Paula de Allende y Hugo Gutiérrez Vega como influencias determinantes.

 

Por Demian Chávez.

Querétaro, Qro. 01 de abril de 2022.- El escritor se encuentra a media luz junto a una mantis religiosa que amenaza con brincar de su contenedor. Juan Antonio Isla tiene en mesa sus dos recientes textos, Accesos Clandestinos (InteliPrix 2021) y Las pasiones de Zulema, entre el cielo y la tierra (2022). Estos son el mejor pretexto para conversar con el literato a propósito de la presentación del más reciente texto en el Claustro del Real Colegio de Santa Rosa de Viterbo.

Periodista, poeta, asesor gubernamental, Secretario de Cultura, empresario, responsable e irresponsable de aquella fototeca en los años 80 que da pie al movimiento fotográfico (La Estropajera) en esa época y de donde derivaría el libro La Manera en que Fuimos del fallecido historiador, investigador y critico de foto, José Antonio Rodríguez. Juan Antonio Isla fue un pilar importante también para la creación del Centro Queretano de la Imagen. En charla de viejos conocidos, Isla recibe a Artes y Destinos para una entrevista.

Después de ennumerar sus facetas se le pregunta ¿Qué te falta hacer Juan Antonio?

Después de una risa nerviosa el escritor responde sin filtros “creo que tenido la fortuna de vivir varias vidas, y de todas ellas he salido más o menos bien librado. He salido vivo de experimentar todo. De ser un regular estudiante, más bien malo en la secundaria; yo no sé cómo libré la secundaria, la prepa y la facultad de derecho. Ni siquiera era facultad, era escuela de derecho. Pero yo creo que había mucha compasión de mis maestros y así la libré”.

El DJ del café continúa con música que inquieta un poco al escritor mientras la grabación sigue como testigo silencioso del anecdotario.

 

 

¿Qué te llevó a involucrarte en el arte?, porque pudiste haber ido caminando en el derecho. A lo mejor algún día te hubiéramos visto como fiscal u otro día como notario.

Sin pensarlo mucho responde que estudió Derecho “porque no había algo similar a una carrera de humanidades. No había letras, no había comunicación, no había prensa o periodismo, no había filosofía y no había historia. Estoy hablando de 1968. Entonces pensé -no me voy a quedar sin estudiar-. Manuel Herrera que era muy buen amigo me dice vámonos estudiar letras a la ciudad de México. Desgraciadamente por razones económicas no pude ir y me quedé estudiar lo más similar a las humanidades. Estudié Derecho, no me arrepiento. Fue una base estructural muy firme en conocimientos amplios y de criterios sólidos que me han servido en el transcurso de mi vida. Pero nunca me ví ni como fiscal, ni como procurador, ni como notario y menos como abogado, y metiendo amparos, menos”. Responde aliviado.

El derecho le permitió tejer una red muy amplia que le facilitó llegar a la cultura. Isla comparte que para cuando llega a la secretaría de cultura en el sexenio de Mariano Palacios ya estaba consolidado. “Leía desde muy pequeño autores como Goethe o Shakespeare. Siendo adolescente leí a Dostoyevski por que cayeron a mis manos esos libros. Pero por supuesto que no puedo negar dos influencias notables y determinantes. Primero en la universidad, Hugo Gutiérrez Vega como rector y luego la amistad con Paula de Allende. Fueron los personajes que me ayudaron a encausarme. La sensibilidad de Hugo, su amor por las letras, por el jazz. Eso me abrió un mundo de conocimientos y de intereses y de gustos”.

 

Las tertulias con Hugo y Paula

A Juan Antonio se le orilla a describir una tertulia con Hugo Gutiérrez Vega y sin tapujos platica que  “de las tertulias con Hugo había de dos tipos. Las que había en la casa de Francisco Perrusquía, Hugo a cualquier provocación se soltaba sin freno, sin filtros y era un placer escucharlo en la casa de Pancho Perrusquía. Y luego ya en su casa con Lucinda, era evocar autores. Le escuchábamos, en su sala que daba al partenón en Atenas, disertaciones sobre los grandes cineastas norteamericanos; con Augusto mi hermano, eso era un deleite irremplazable. Hugo era un cofre inmenso de sabiduría, de datos, de cultura; eso me nutrió mucho. Cuando estuve en Atenas escuchando esto ya era Secretario de Cultura y él era embajador de México en Grecia”.

Para describir una tertulia con la poeta Paula de Allende indaga en sus memorias, filtra, selecciona y responde que “hay varias etapas de esa relación amistosa tan estrecha, tan enriquecedora. Al principio, cuando conocí a Paula ella manejaba un taller de poesía y yo entré con desconfianza, pero poco a poco nos fuimos haciendo amigos y me fue dando confianza hasta ser muy grandes amigos. Una tertulia con Paula la puedo dividir en dos: Sus tertulias en su casa con la presencia del colibrí a las seis de la tarde y el paso del tren a todo lo quedaba haciendo vibrar en las paredes, porque además pasaba a unos metros en la casa de la Cañada, había todo un ambiente de buena vibra. Estaba su flora, estaba su aroma que ella despedía, la presencia de sus hijos, que eran unas tiernas y hermosas criaturas. Ella nunca tenía pausa, porque si no hablaba , te hacía hablar. Luego otras sesiones en la Casa de La Marquesa. La marquesa se llamaba Paula, yo le decía -estamos en tu casa y tú eres la marquesa y ahí platicábamos muy a gusto de todo.

 

Paula y el periódico Noticias

¿Cómo era Paula? ¿qué te decía de tus textos?

• Paula fue siempre muy estimulante, pero yo no escribía, yo hacía poemínimos, más mínimos que poemas. [Termina la frase y estallan las risas en la mesa y luego continúa] Le ayudaba haciendo pequeñas editoriales o párrafos y nos divertíamos. La etapa del Noticias fue una etapa fantástica, ella tenía una personalidad avasallante, brutal. Me decía -a ver güerito ayúdame a redactar este tema-. Yo le decía -Paula te voy a hacer dos renglones- mismos que publicaba. Pero yo no hacía ni poesía ni cuento y novela menos. Hacía teatro pero para mí que luego representaba. Nunca se lo mostré, nunca le mostré nada de literatura a Paula. Hacía retácitos periodísticos y era muy estimulante. En aquel tiempo Paula era colaboradora del periódico Noticias. Colaboradora con penurias en su pago, y en su trato Rogelio Garfias era más su amigo que su jefe y yo creo que nunca recibió lo que ella merecía. No es un reclamo a Rogelio, así se dieron las circunstancias. Paula fue un personaje sin la cual nos hubiera podido escribir la historia del Noticias, por que ella atrajo a un personaje que hizo el diseño original de Noticias, un muchacho que se llamaba René Chambón. Por supuesto que ellos dos fueron pilares y el otro pilar en lo técnico y relativo a la rotativa pues fue el famoso Charol qué era un personaje increíble. Rogelio tuvo esa suerte de hacerse rodear de la de gente muy capaz, por ejemplo: Carlos Tirado, Manuel Herrera, eran sus colaboradores.

 

 

Las obras literarias

Juan Antonio habla de sus novelas. “Mi primera novela es algo que venía rumiando desde años atrás era una historia que estaba ahí abajo en el fondo, subyacente. Fue empezando a flotar en cuanto salí del gobierno y entonces una noche me decido empezarla y fluyó la historia hasta terminarla. Pensé que se iba a quedar en un engargolado pero tuve la suerte que Jaime Labastida director de la editorial Siglo XXI la leyera. Me llamó un día y me dijo -vete a firmar el contrato. Me gustó tu novela, no pensaba publicarla, pero te soy honesto, pero ya la leí me gusta, y vente a firmar el contrato-.

Para Juan Antonio Isla fue un gran impulso el reconocimiento de la editorial y Jaime. Ello le llevó a escribir más en cuanto tuvo oportunidad. Las notas prohibidas de Tito Livio (2019) tiene un detonante histórico, La renuncia interminable (2020) es un personaje que conoció y llevó a la ficción. El viaje o los caprichos de la memoria (2019) Presenta e mismo fenómeno que la novela anterior. Agrega que “Zulema es un personaje que conocí. Ella me dió sus primeros datos y luego se escondió cuando le leí los primeros capítulos. Se fue a vivir a San Miguel Allende, y la acabo de reencontrar, le di la novela y le gustó mucho. Y me dijo si quieres mencionar que yo soy el referente puedes hacerlo, en algún momento tuve mis dudas porque pensé que ibas a hacer una novela rayando en la pornografía, pero ya veo que no, que es muy poética, muy ilustrativa, histórica, geográfica, referencial.

Las pasiones de Zulema nace del conocimiento de la persona real. “Nos fuimos a tomar un café. Esta novela se empezó escribir en Sanborns. Ella me platicaba y yo tomaba nota.No tenía grabadora ni teléfono, reporteando a la antigua. Me preguntó si la novela sería bibliografía, le dije no, no va a ser tu biografía no temas, eres un personaje. Es un personaje que seguro estoy, que es mucho más importante que el de la novela. El personaje real.

La edición

El proceso de la escritura es muy hermoso pero doloroso admite Juan Antonio. Corregir es doloroso porque tachas y quitas. El proceso de la creación literaria es fascinante pero es sufrido. Finalmente es un acto de magia hay mucho trabajo.

En tu experiencia como periodista al paso del tiempo ¿te dio la posibilidad de plantearte crear una editorial?

No. Responde tajante. “Mi experiencia como editor en Nuevo Milenio no fue la mejor, fue más bien como una caída en un colchón duro que terminó doliéndome el trancazo. Pero tampoco me voy a quejar porque fueron años de una rica experiencia, por supuesto que no lo volvería hacer, pero no me arrepiento. No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi vida aunque hayan sido errores. Son todas esas vidas de gato, ninguna me mató, me va a matar otra cosa pero… (da un trago a su bebida mientras los cielos tintinean y continúa) la experiencia en Nuevo Milenio fue muy satisfactoria pero muy desgastante. Los fines de semana no tenía vida, era revisar, corregir pero al mismo tiempo era fascinante. Estaba haciendo algo que no me dejaba dinero pero me dejaba el enorme placer de ver como se armaba un periodiquito a la semana; y eso no tiene precio. En esta publicación se dio la voz a Miguel Concha de los Derechos Humanos, a Hugo Gutiérrez como cónsul en Puerto Rico, a Carlos Monsiváis como mi amigo y colaborador generoso, en fin, las voces de la cultura como Salvador Alcocer que llegaba con una hojita escrita a máquina, en una vieja Remington y en la quincena decía aquí está muy colaboración, ya sabes que no es gratis. Nuevo Milenio fue sensacional pero no lo repetiría jamás.

¿Qué le falta a las publicaciones que circulan de cultura en Querétaro?

• No hay. Se está restructurando el Fondo Editorial de Querétaro, yo creo que con muy buenas ideas. Hay un planteamiento de un programa muy ambicioso, esperamos que se vaya concretando. No es fácil, se necesitan recursos, pero hay voluntad. Veo un futuro promisorio para la labor editorial en los próximos años.

¿Y en lo periodístico que nos falta?

• Necesitamos voces más críticas, un periodismo más firme, más concientizador y menos coludido con las autoridades, menos oficial.

¿Y en el periodismo cultural?

• Yo creo que también se está trabajando. Yo creo que hay voces, hay gente que está trabajando. Por ejemplo en la universidad.

El lector ¿qué va a encontrar en las pasiones de Zulema del autor?.

• Va a encontrar, una voz, un sentimiento, sensaciones, deseos. Una pretensión un poco poética. Yo creo que más deseos que pasiones. Son las pasiones de Zulema pero son los deseos de Juan Antonio.

El autor apura la bebida, mira el reloj y se despide. Mientras el Dj discretamente sube el volumen al ver salir al escritor que por fin se alejó de la mantis de la foto de gran formato de la fotógrafa Giovanna Tron.