La Rebelión de los Idiotas.

Por Uriel Bravo.

Idiotas, es una sabrosa farsicómica aventura por el cine mudo con un guiño de ojo del universo de Tiempos Modernos. Esta lectura de un Chaplin posmoderno que sigue vigente con mayores prestaciones y sindicalismos enmascarados de democracia.

Silencio en movimiento, este grupo de No Teatro, No Actores, No Texto, hace una irreverente y desparpajada broma escénica sobre la explotación de la clase obrera. Quizá no tenga la acidez y la picardía del Triciclo, pero sí hace una fresca recuperación de clichés cinematográficos silentes, de tipos teatrales y de un cierto carperismo mexicano de buena factura.

Despreocupado, desinteresado e intencional entrampamiento en las formas corporales que nos permiten ver con ligereza un entramado que si bien, convencional, nos da una visión que se agradeces por su falta de pretensiones estéticas. Quizá me atreva a decir que es una especie de comedia del arte campechana pero sin mordacidad; ligera, noble y escénicamente efectiva.

Recuerdo Spy Monkey, ese grupo londinense dirigido por Cal MC Crystal, y su espectáculo hilarante STIFF, traducido más o menos como “tieso”, que era una lección de clown llevado a su máxima expresión en la belleza del grotesco, una mirada a la muerte que era más latina que inglesa por su picardía tropical. Desde mi opinión en Idiotas,  Vázquez se acerca cada vez más a ese teatro comprometido que comienza a madurar con más sentido social que el simple pero valioso juego escénico coreografiado que este grupo había mostrado en El Ocaso del Rey.

No se necesita ser actor para esta propuesta de silencio en movimiento, se precisa una actitud sensible, fresca y juvenil pero inteligente, que nos aleje del clásico pastelazo, del payasito de fiesta zalamero y servil y nos introduzca en la oscuridad del clown y su tragedia humana.

Idiotas, fue seleccionada al circuito nacional de espacios independientes del Centro Cultural Helénico, por méritos propios. Hecho por queretanos con un director invitado Valerio Vázquez que aporta con humildad a la escena local, sin la cada vez más frecuente piratería de puestas en escena enlatadas y clonadas, de directores invitados con ínfulas de renovadores escénicos y que desgraciadamente continúan pululando y medrando de los presupuestos de la cultura.

El elenco está integrado por el Grupo Silencio en Movimiento por Verónica Haro, Alexis Navarrete, Christian Ferreira y Carlos Casas, con la dirección Valerio Vázquez.

Foto: Cortesía Silencio en Movimiento.