La Fototeca Universitaria, un lugar serio para el resguardo de la memoria.

 

Por Demian Chávez

Querétaro, Qro. 09 de noviembre de 2023.- La exposición Fotografiando a la Muerte recientemente inaugurada en la galería Agustín Rivera de la Facultad de Artes, hace un recorrido por el culto a la imagen post-mortem. Aquella imagen sería el último de los recuerdos de las personas que habían muerto y se les deseaba recordar. De esta forma la imagen funciona como un objeto simbólico que carga el espíritu de los retratados.

De acuerdo al texto de sala escrito por la coordinadora de la Fototeca Universitaria, Marina Rodríguez; “con esta muestra, la Facultad de Artes y el acervo de la Fototeca de la Universidad, rinde homenaje y recuerdo perenne a la muerte, con la esperanza de ayudar a mitigar la pena por la pérdida de un ser querido y convertir estas representaciones en motivo de culto”.

 

Una fototeca para el resguardo de la memoria.

Esta es la primera exposición de la Fototeca Universitaria. Esta institución es un proyecto que se desarrolla desde 2019 y su coordinadora Marina Rodríguez explica para Artes y Destinos que todo inició con una “donación de más de 40.000 imágenes a la Facultad de Bellas Artes, en ese momento, ahora es la Facultad de Artes, y desde entonces es acogida por la Licenciatura de Restauración de Bienes Muebles, donde desde 2019 hasta la fecha se ha dado tratamientos de conservación, restauración, catalogación, para poder llegar a tener todas las bases cubiertas y poder abrirla al público y se pueda consultar. Hasta la fecha llevamos alrededor de 60% de imágenes ya revisadas, un 20% ya consolidadas y ya conservadas y un 15% ya catalogadas, porque la catalogación es un poco más complicada” detalló.

Para quien esté interesado en conocer el proyecto de la Fototeca, puede acudir al Campus Centro de la Facultad de Artes, donde se encuentra la carrera de Restauración. En un espacio se encuentra actualmente la Fototeca, y en un futuro cercano esperan mudarse al campus del Cerro de las Campanas con toda la infraestructura necesaria como una bodega, una bóveda, humidificadores, equipo para digitalización, etc.

Marina es la única que está de planta en el proyecto de la Fototeca, pero “tengo a cuatro estudiantes de la carrera de licenciatura de restauración. Ellos son los que me apoyan de tiempo parcial durante sus semestres”.

También confirmó que están facilitando el servicio social o prácticas profesionales para cualquier persona interesada afín al tema de las visualidades. 

Actualmente aún no tienen un sitio web donde puedan consultarse estos archivos pero de acuerdo a su coordinadora se está trabajando junto con el RED-CA (Repositorio Digital de la Cultura Artística, que surgió, en 2017, con la intención de almacenar y preservar la obra artística realizada por los estudiantes, egresados y profesores de la Facultad de Bellas Artes de la UAQ.); para poder ya tener la base de datos. También en un futuro tienen contemplado ingresar al Sistema Nacional de Fototecas (SINAFO), pero para ello se debe tener entre el 35-40% de la colección catalogada.

El proyecto de esta primera exposición, explica Marina Rodríguez que surge porque el tema de la fotografía post-mortem es hasta cierto punto un tabú en la época actual, pero antes era una cosa muy cotidiana. Y poder contar con ejemplares originales de esas épocas, pues es mejor que nada para dar a conocer un cachito

de lo que conforma nuestro acervo. Es un acervo muy grande, tenemos fotografías en placas negativas, en placas de vidrio, fotografías en blanco y negro, en sepias, colodiones, cianotipias, además  de varios equipos fotográficos de diferentes épocas.

 

 

La muerte en la imagen

Durante el recorrido de la inauguración, Rodríguez explicó a los asistentes que esta práctica surgió en la época de la Francia victoriana y de ahí se fue extendiendo a lo largo del mundo hasta llegar a México, “debido a que sobre todo se fotografiaba a los niños por las diferentes enfermedades en las que terminaban muriendo y después se pasó a cualquier miembro de la familia y era una manera de poder tenerlos con nosotros y poder preservar su memoria, ya que en esa época la pintura era la forma en la que la clase alta podía darse el lujo de preservarse a lo largo de la historia, y al llegar la fotografía aún así era un gasto muy fuerte que las familias tenían que dar, pero era mucho más accesible tener una fotografía, un negativo, que tener una pintura. Podemos ver a lo largo de la exposición que no solamente hay fotografías de niños o de personas posando ya en rigor mortis, sino también tenemos las momias de Guanajuato, tenemos obituarios desde 1800, 1903, de diferentes épocas. Tenemos algunas fotografías, donde también se habla de la Guerra Cristera y de este movimiento que se hizo en México, que del otro lado de la misma fotografía venían leyendas de quiénes eran las personas fotografiadas y cuál era su importancia dentro de la historia de México”.

Describió también que “se creía que los niños al ser bautizados y al morir tan jóvenes tenían paso directo al cielo porque no habían cometido pecado alguno porque no tuvieron una vida muy larga y nos protegían, es decir, si se te muriera un niño en la familia era una bendición porque tenías un ángel de la guarda que te iba a proteger a ti y a tus seres”.

About Demian Chavez

Demian Chávez. (Piscis. 1975) Catedrático, Fotoperiodista y (ex)Tablajero. Estudió Artes Visuales y Docencia del Arte. Ha sido corresponsal fotógrafo para agencias nacionales e internacionales. Profesor de la Facultad de Artes de la UAQ; y conferencista en diversos foros en el país y el extranjero. Su obra artística y documental se ha exhibido en Cuba, España, Chile, República Dominicana y Francia. También Sketcher en ciernes. Hasta hoy es director, editor, aguador y becario de Artes y Destinos. No entiende de fútbol pero si sabe cambiar un foco y una llanta de auto. Vea su trabajo en www.demianchavez.com