Pese a los diversos acontecimiento que se han registrado en la zona de las montañas, San Juan Chamula es uno de los municipios más importantes y contemplativos de Chiapas, esto por la manera en que celebran los convites tradicionales, la cosmovisión de la gente y el acercamiento a lo espiritual.
El municipio autónomo y autoritario se rodea de pequeños poblados indígenas que se caracterizan por su faena multicultural y artesanal, destacando el telar de cintura como su principal actividad y sustento familiar, piezas de arte-objeto que se realizan a mano de principio a fin.
Otro de los distintivos de Chamula son las expresiones místicas más antiguas que se ejercen, como la llamada “Fiesta de las almas”.
Muchas familias se preparan en oración y adornan el altar con castizas cruces de madera que simbolizan puntos cardinales, y a su vez representan la tierra, el sol y la luna.
Es importante mencionar que no es tan fácil acceder y documentar estos rituales, ya que la mayoría de los indígenas preserva sus creencias muy íntimamente; sin embargo, otros habitantes comparten el ciclo de veneración donde el incienso, copal y el pox son primordiales y crean un ambiente de ascetismo.
También, hay que destacar que en fechas diversas los barrios de San Pedro, San Juan y San Sebastián consolidan su unión espiritual y expresan su devoción al momento de celebrar las verbenas arcaicas o el K’in Tajimoltic.
Es uno de los actos más reservados del pueblo; interpreta el sincretismo antiguo con raíces mayas y los lazos de la religión católica el cual se realiza para homenajear a Dios.
Finalmente, este estudio etnográfico visualmente representa un acercamiento a la cultura anímica y atávica de lo que acontece en este lugar imperioso y lleno de tradiciones que quedarán en la historia de Chiapas.
Actualmente, trabajo para el periódico Cuarto Poder donde visualizo la situación que acontece día a día en la capital.
Algo que me ha impulsado en esta labor y me ha llenado de aprendizaje es el acercamiento con mucha gente de nuestros pueblos indígenas, donde me han brindado la oportunidad de colaborar con ellos y adentrarme para documentar y mostrar la realidad -buena y mala- que viven.