Feria del Mole y la Tortilla en Santa María Magdalena

Fotos: Demian Chávez.

 

Por: Ofelia Muñoz Catalán.

 

Del 20 al 23 de julio se llevó a cabo la trigésima cuarta edición de la tradicional Feria del Mole y la Tortilla en el barrio de Santa María Magdalena ubicado dentro de la Delegación Carrillo Puerto a solo 4 km de la capital queretana. Históricamente esta comunidad es muy importante, ya que hay registro de su población desde la administración colonial española, se sabe del Cacicazgo de los Tapia -en específico de los descendientes de Don Diego de Tapia- ellos como dueños de diversas propiedades [la información se encuentra contenida en el protocolo de Juan Pérez Aguilera (1588-1591) y de Baltazar Martínez (1600- 1601)].

La comunidad a la que se hace referencia data del siglo XVIII, en este territorio se estableció un grupo de otomíes los cuales desempeñaban trabajos como jornaleros y peones en las haciendas colindantes como: El Tintero, Obrajuelos, San Juanico y La Era. Un elemento importante de su patrimonio cultural es su capilla dedicada a Santa María Magdalena, fechada en el siglo XIX, en una inscripción en el costado de la torre se puede leer: “Santa María Magdalena 23 de abril de 1923”, propiamente la hacienda que llevaba el mismo nombre de la santa, tuvo una superficie aproximada de 356 hectáreas.

La Feria del Mole y la Tortilla es un tema que cobra relevancia y significación para los pobladores de Santa María Magdalena puesto que es parte de su patrimonio cultural religioso, gastronómico e inmaterial que ha permanecido entre ellos como elemento sustancial de sus valores identitarios, imaginario y memoria colectiva que se han transmitido a través de los procesos de endoculturación (generación en generación).

 

Para los habitantes de Santa María Magdalena este patrimonio intangible representa su venia de identidad que está enraizada con profundidad, da origen y es pieza clave de sus fundamentos de vida comunitaria; en este punto se debe considerar que este patrimonio es resguardado por cada poblador ya que es  valorado como su memoria pasada como producto de la experiencia humana alojada en el espíritu su cultura.

Esta feria además de la degustación del mole rojo y verde, durante los cuatro días albergó un programa artístico y sacro  que hizo uso y apropiación del espacio público, en la plaza principal los propios y visitantes pudieron disfrutar de un repertorio muy completo para todo tipo de públicos: la danza folclórica, la música, la pintura para la elaboración de papalotes y alcancías serán actividades que además de disfrutar también benefician la salud. Escuchar música ayuda a controlar el nivel de glucosa en la sangre, mejora el sistema inmunitario y la gestión del estrés, bailar proporciona beneficios en todo el cuerpo; la pintura o la escultura ayudan en los estados depresivos, esto no lo afirma quien suscribe sino  la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hablar de comunidad tiene ilación con la colectividad entre seres sociales que comparten un mismo espacio geográfico ya sea temporal o no, pero lo que este concepto tiene como componente es que nos remite a considerarlo de manera positiva y a usted amable lector se le extiende una cordial invitación para que en las próximas emisiones de la feria visite este barrio en su fiesta patronal. ¡Hagamos comunidad de un  patrimonio vivo!

About Ofelia Munoz Catalan

Ofelia Muñoz Catalán (1973) docente, investigadora del patrimonio cultural del estado de Querétaro, tiene estudios de posgrado en la Gestión de lo Cultural (UDG). Ha asistido a diversos coloquios y seminarios a nivel nacional para exponer sus hallazgos y aprendizajes, gusta de escribir crónica y tiene una voluntad férrea para contribuir en la vida artística y cultural.