Día Internacional de la Mujer indígena

Por Ofelia Muñoz Catalán.

 

A propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena mismo que se instituyó  -el 5 de septiembre de 1983- en el marco del  Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, en Tiahuanaco (Bolivia), fecha elegida en honor a la lucha de Bartolina Sisa, mujer guerrera aymara, quien por su oposición  a la dominación colonial fue asesinada en la Paz, Bolivia, en 1782.

Habría que decir que el hecho de ser mujer va más allá de una palabra onírica o de centrarla en el radio de una circunferencia tradicionalista, en el que solo se mencione por su rol de género como: madre, hija, tía, esposa, abuela en el que su oficio o profesión que asumen en su contexto social sea soslayado. En la alborada de este siglo XXI las féminas hemos ido rompiendo paradigmas para posicionarnos y visibilizarnos desde nuestros Derechos Humanos, el camino ha sido arduo y complejo para poco a poco vivir sin ataduras y estigmas sobre todo sin prejuicios de lo que ya se nos tiene como posibles asignaturas que cumplir, por tal razón, es importante despojarnos sin mesura de todo ello y vivir PARA SER.

Partiendo desde el quehacer de lo cultural en el contexto de una mujer indígena,  la sugerencia de quien suscribe estas líneas desde un primer momento es soslayar cualquier tipo de folclorización hacia su persona, para  enaltecer a cada una de estas mujeres siendo que ellas han sido artífice y eslabón en su comunidad puesto que en su mayoría, se han encargado de transmitir a las nuevas generaciones su grandiosa sabiduría ancestral, esos hilos de plata que entretejen y adornan  sus cabezas son delatores  de lo que hay en su acervo cultural, una memoria llena de usos y costumbres,  de su propia cosmovisión ritualista y generosa para con todos;  junto con la música y danza que acompaña sus corazones que pueden estar en un estallido de algarabía o bien que están en un remanso pasando por un duelo que les aflige, sin embargo toda esta parte  de su patrimonio inmaterial también se sazona desde su gastronomía que a la fecha no es cualquier cosa, sino todo lo contrario ya que la cocina mexicana en la actualidad está considerada casi por antonomasia como una de las mejores a nivel mundial, sin dejar de mencionar que ya es patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO.

Al final de cuentas estas mujeres son dueñas y portadoras de una autenticidad y herencia que ha sido el cimiento de sus valores identitarios, memoria colectiva que día a día fluye como parte de su diario cotidiano pero que también construyen y forjan como parte de su patrimonio cultural inmaterial y material.

Si tuviese la oportunidad de hacer un listado de todos los nombres propios que encabezan mujeres indígenas -sin temor a equivocarme-, hay muchas que se encuentran fuera de mi horizonte, sin embargo,  con el afán de visibilizar el trabajo de algunas de ellas y no por impulso adquirido en los párrafos siguientes hablaré de un cuarteto de féminas  que habitan en territorio queretano.

Comienzo por la señora María Felipa Peña Pérez y Mónica Pérez Peña originarias y habitantes de Tierra Volteada en el municipio de Toliman, vale la pena mencionar que Doña Mary  fue invitada a formar parte de la comitiva que viajó al Vaticano en el marco de   “La Navidad Mexicana en el Vaticano Querétaro 2016” ella se encargó de poner en alto la cocina tolimense y preparó cada uno de los platillos con esmero y dedicación para los paladares extranjeros que tuvieron la oportunidad de deleitarse con sus guisos, que como decimos en México todo le quedó para: « Chuparse los dedos y los bigotes también». La señora María lleva más de dieciséis años difundiendo la riqueza gastronómica de Toliman y participa junto con sus hijos en festivales, ferias y exposiciones de este mismo giro o artesanales; vale la pena decir que esta actividad la complementan con el oficio de tejedoras, Doña Mary y Mónica hacen blusas y servilletas principalmente con un tejido al que denominan randa el cual no solo es meticuloso sino que también es muy exquisito y sutil a la vista; entonces  cuando se encuentre el lector por los terrunios del bello Toliman, específicamente en  Tierra Volteada no olvide preguntar por Doña Mary o Mónica Pérez que son unas excelentes anfitrionas.

Por otro lado, en el mismo estado de Querétaro específicamente en el municipio de Amealco de Bonfil hay una microrregión denominada San Ildefonso Tultepec, aquí encontrará a las hermanas María Isabel y Silvia Pascual García ellas son fundadoras del colectivo Dyxai (en ñañhö traducido al castellano significa Pa´que te cures) se trata de un grupo de mujeres emprendedoras principalmente  que buscan enaltecer y avivar las propiedades de la medicina antigua o herbolaria ahí mismo elaboran: infusiones curativas, pomadas, emplastos, tinturas y aceites terapéuticos además de baño de plantas, las instalaciones de esta botica son muy acogedoras pues está construida de sillar rústico mismo que también se produce en la región.

La peculiaridad de estas mujeres emprendedoras es que no solo ejercen el oficio de la medicina ancestral sino que son artesanas productoras de Dönxu (en ñañhö traducido al español significa muñeca) misma que junto con Lele (de la misma lengua traducido al español es bebé) cabe mencionar que en el año 2018 se declaró a la muñeca como Patrimonio Cultural Material del Estado de Querétaro. Las hermanas Pascual dentro del grupo artesanal, se han encargado de mostrar un abanico de identificaciones para Dönxu y Lele y ya no solo se les puede ver con un atuendo tricolor a propósito del mes patrio, si no que cercano a la festividad del Día de Muertos también las elaboran tipo catrinas o calacas pero si desea esperar para las fiestas decembrinas podrá adquirir una tipo Santa Claus.

Vale la pena mencionar que en esta cadena de valor de economía solidaria el colectivo beneficia alrededor de unas catorce familias, por tal razón el pasado 27 de agosto Silvia e Isabel fueron galardonadas con un reconocimiento a la Participación Ciudadana por instancias gubernamentales estatales, desde hace unos meses elaboran muñecas con causa en una responsabilidad social, en beneficio para su  comunidad, han hecho Leles sin cabello su cabeza es adornada por una cadena de flores y lo recaudado ha sido destinado para mujeres que luchan la batalla contra el cáncer.

El motivo principal de este artículo que no es por asignación sino por invitación libre, es que cada una de estas líneas convertidas en párrafos sirvan como un homenaje muy sentido a cada mujer indígena  por ser un ejemplo de valentía, fortaleza, perseverancia y sabiduría ancestral. ¡Cultura Viva, Cultura Sostenida!

About Ofelia Munoz Catalan

Ofelia Muñoz Catalán (1973) docente, investigadora del patrimonio cultural del estado de Querétaro, tiene estudios de posgrado en la Gestión de lo Cultural (UDG). Ha asistido a diversos coloquios y seminarios a nivel nacional para exponer sus hallazgos y aprendizajes, gusta de escribir crónica y tiene una voluntad férrea para contribuir en la vida artística y cultural.